miércoles, 20 de enero de 2010

SAN PABLO EN SU TERCER VIAJE MISIONERO.

SAN PABLO EN SU TERCER VIAJE MISIONERO.
Después de su breve estancia en Éfeso, Pablo regresa a Antioquía de Siria en donde se detiene un poco de tiempo para nuevamente salir a realizar su tercer viaje misionero. Pasa por Galacia y Frigía confirmando a los hermanos. Después de recorrer las partes superiores, Pablo arriba a Éfeso, ahi encuentra a algunos creyentes que han sido bautizados en el bautismo de Juan, el cual según dicho de Pablo, es un bautismo de arrepentimiento. Les habló de Cristo, creyeron en él; fueron bautizados en el nombre de Jesús; Pablo impuso sobre ellos las manos, y hablaban en lenguas, y profetizaban.
En la sinagoga de Éfeso, Pablo habló con denuedo durante tres meses persuadiendo a los oyentes acerca del reino de Dios, pero algunos se endurecieron y no creyeron. Pablo se apartó de aquellos incrédulos; apartó a los discípulos y empezó a predicar en la escuela de uno llamado Tiranno. Lo hizo durante dos años, de tal manera que todos los que habitaban en Asia, asi judios como griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun los paños y delantales que utilizaba Pablo se colocaban sobre los enfermos y sanaban de sus enfermedades, y los malos espíritus salían. Al ver estas cosas muchos creyeron en el nombre de Jesucristo. Algunos que habían practicado la magia, trajeron sus libros y los quemaron. Estando en Efeso, decide Pablo ir a Jerusalén y después de alli, ir a Roma.
ALBOROTO EN EFESO.
Mientras estaba en Efeso, se suscitó un alboroto, provocado por quienes hacían y vendían templecillos de Diana. Acusaron a Pablo de andar persuadiendo a la gente que :"NO SON DIOSES LOS QUE SE HACEN CON LAS MANOS." Los fabricantes de aquelos templecillos estaban muy enojados y empezaron a golpear a algunos compañeros de Pablo. El apóstol quería salir al pueblo, pero los discípulos no lo dejaron; algunas de las autoridades de Asia que eran amigos de Pablo, tampoco lo dejaron. Después de dos horas en que los idólatras gritaron: "¡GRANDE ES DIANA DE LOS EFESIOS!", los ánimos se calmaron. ¡Qué barbaridad! Si no eran los judios quienes querian golpear a Pablo, eran los gentiles, lo cierto es que donde quiera que Pablo se presentaba, siempre había polémica. Sucedía esto porque Pablo predicaba el evangelio, y el evangelio siempre será locura para quienes se pierden.
Después del alboroto, Pablo llamó a los discípulos, los exhortó, se despidió de ellos y se fue a Macedonia.
En Grecia estuvo tres meses. Supo de las asechanzas de los judios para cuando se embarcase para Siria, por lo cual decidió volver por Macedonia. Los judios no dejaban a Pablo ni a sol ni a sombra, a toda costa querían hacerle daño.
PABLO EN TROAS.
En Troas Pablo alargó tanto su discurso que un jóven llamado Eutico se quedó profundamente dormido y cayó de un tercer piso, muriendo por efecto de la caida. Pablo descendió hasta donde estaba el difunto y lo resucitó y todos fueron consolados.
PABLO EN MILETO.
Después de dejar Troas, Pablo pasó por varios otros lugares hasta llegar a Mileto. Desde alli hizo llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso, les dió algunas instrucciones y se despidió de ellos. He aqui su discurso de despedida: "VOSOTROS SABEIS COMO ME HE COMPORTADO ENTRE VOSOTROS TODO EL TIEMPO DESDE QUE ENTRÉ EN ASIA, SIRVIENDO AL SEÑOR CON TODA HUMILDAD Y CON MUCHAS LÁGRIMAS, Y PRUEBAS QUE ME HAN VENIDO POR LAS ASECHANZAS DE LOS JUDIOS; Y COMO NADA QUE FUESE ÚTIL HE REHUIDO DE ANUNCIAROS Y ENSEÑAROS, PUBLICAMENTE Y POR LAS CASAS, TESTIFICANDO A JUDIOS Y A GENTILES ACERCA DEL ARREPENTIMIENTO PARA CON DIOS, Y DE LA FE EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO." (Hechos 20:18-21). Pablo siempre trató de llevar a los hombres a depositar su fe en el Señor Jesucristo. Nunca vió otra manera de ser salvos, sino solamente por la fe; por eso chocaba con los judios a quienes en una de sus cartas acusa de hacer a un lado la justicia de Dios por establecer la suya propia mediante el cumplimiento de la la ley.
"AHORA, HE AQUI, LIGADO YO EN ESPIRITU, VOY A JERUSALÉN, SIN SABER LO QUE ALLÁ ME HA DE ACONTECER; SALVO QUE EL ESPÍRITU SANTO POR TODAS LAS CIUDADES ME DA TESTIMONIO, DICIENDO QUE ME ESPERAN PRISIONES Y TRIBULACIONES. PERO DE NINGUNA COSA HAGO CASO, CON TAL QUE ACABE MI CARRERA CON GOZO, Y EL MINISTERIO QUE RECIBÍ DEL SEÑOR JESÚS, PARA DAR TESTIMONIO DEL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS." (Hechos 20:22-24). "EL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS." Pablo predicó la salvación por gracia. Para él, la salvación es un regalo que Dios le da al pecador por medio de la fe en Cristo. Insisto: por eso es que los judios no querían a Pablo, pues la salvación por gracia que Pablo predicaba, era el lado opuesto de la salvación por cumplir la ley que proponían los judios.
"Y AHORA, HE AQUI, YO SE QUE NINGUNO DE TODOS VOSOTROS, ENTRE QUIENES HE PASADO PREDICANDO EL REINO DE DIOS, VERÁ MÁS MI ROSTRO. POR TANTO , YO OS PROTESTO EN EL DIA DE HOY, QUE ESTOY LIMPIO DE LA SANGRE DE TODOS; PORQUE NO HE REHUIDO ANUNCIAROS TODO EL CONSEJO DE DIOS. (Hechos 20:25-27)."NO HE REHUIDO ANUNCIAROS TODO EL CONSEJO DE DIOS." De palabra y con su conducta, el apóstol Pablo dio instrucciones precisas de cual debe ser el comportamiento de un siervo de Dios, él fue, al igual que su maestro, un mensaje vivo del evangelio. Pablo no tan sólo predicó el evangelio, él vivió el evangelio.
"POR TANTO, MIRAD POR VOSOTROS, Y POR TODO EL REBAÑO EN QUE EL ESPÍRITU SANTO OS HA PUESTO POR OBISPOS, PARA APACENTAR LA IGLESIA DEL SEÑOR, LA CUAL EL GANÓ POR SU PROPIA SANGRE." (Hechos 20:28). Aqui Pablo llama obispos a quienes estan al cuidado de la iglesia, ya antes el autor de Hechos les ha llamado ancianos, asentándose que es una forma indistinta de llamar a los hombres que Dios pone al cuidado de la iglesia. Tambien este texto nos dice que la iglesia es del Señor Jesucristo, pues él la ganó con su sangre. Por lo tanto ningún lider eclesiástico debe tratar a la iglesia como si fuera de su propiedad.
"PORQUE YO SE QUE DESPUÉS DE MI PARTIDA ENTRARAN EN MEDIO DE VOSOTROS LOBOS RAPACES, QUE NO PERDONARÁN AL REBAÑO. Y DE VOSOTROS MISMOS SE LEVANTARÁN HOMBRES QUE HABLEN COSAS PERVERSAS PARA ARRASTRAR TRAS SI A LOS DISCÍPULOS. POR TANTO, VELAD, ACORDANDOOS QUE POR TRES AÑOS, DE NOCHE Y DE DIA, NO HE CESADO DE AMONESTAR CON LÁGRIMAS A CADA UNO." (Hechos 20:29-31).
"LOBOS RAPACES". Rapaz, dice el diccionario que es: Inclinado al robo. Tambien: Ávido de ganancia. ¿En que estaría pensando el apóstol Pablo? Acaso vio hace casi dos mil años que habría una época en que la mayoría de predicadores desarrollarían la doctrina de la prosperidad y ya no predicarían a Cristo, sino que predican, acerca de dar, y dar, y dar para recibir más, y nunca se sacian de pedir. Pedro también menciona algo relacionado con esto cuando dice que vendrá un tiempo cuando algunos harán mercaderia de la iglesia.
"Y AHORA, HERMANOS, OS ENCOMIENDO A DIOS, Y A LA PALABRA DE SU GRACIA, QUE TIENE PODER PARA SOBREEDIFICAROS Y DAROS HERENCIA CON TODOS LOS SANTIFICADOS." (Hechos 20:32). La palabra de Dios es suficiente para sobreedificarnos.
"NI PLATA NI ORO NI VESTIDO DE NADIE HE CODICIADO. ANTES VOSOTROS SABEIS QUE PARA LO QUE ME HA SIDO NECESARIO A MI Y A LOS QUE ESTÁN CONMIGO, ESTAS MANOS ME HAN SERVIDO EN TODO OS HE ENSEÑADO QUE, TRABAJANDO ASI, SE DEBE AYUDAR A LOS NECESITADOS, Y RECORDAR LAS PALABRAS DEL SEÑOR JESUS, QUE DIJO: MAS BIENAVENTURADO ES DAR QUE RECIBIR." (Hechos 20:33-35). No creo que muchos predicadores de la doctrina de la prosperidad citen estas escrituras. No irian de acuerdo con su enseñanza. Pablo fue un campeón; tenía que trabajar para costear su ministerio. Hoy hay muchos que se meten de ministros para no trabajar. No creo que a tales predicadores les simpatice mucho San Pablo, con toda seguridad les simpatiza más el profeta Malaquías.
Pablo terminó su discurso y se arrodilló y oró con todos aquellos ancianos u obispos que Dios había colocado para apacentar su naciente iglesia. Todos lloraban y abrazaban y besaban a Pablo, dolidos por lo que dijo de que ya no verían más su rostro. Después de esta reunión con los ancianos de Éfeso, Pablo se embarcó, acercándose cada vez más a Jerusalén, concluyendo asi su tercer viaje misionero.

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